Es la economía, imbécil.
Llevo un fin de semana - puente interruptus leyendo sobre la crisis económica, la crisis política, la ocupación de la propiedad de la decisión por parte de los mercados financieros, y, en general, sobre mierda que me está volviendo loco.
Para concretar explicaré que a este punto he llegado después de haber leído con ahínco las páginas sepias/económicas de El País durante los últimos cuatro o cinco años sin falta, el Expansión los sábados y algún que otro día entre semana, las páginas web del Finantial Times, The Economist, haber estudiado Economía en la licenciatura de Ciencias Políticas, haber leído todo lo que ha caído en mis manos de Paul Krugman (incluído el libro de Introducción a la macroeconomía de Krugman y Wells), haber elevado a Emilio Ontiveros a la figura de deidad de la cordura económica y, por qué no decirlo, haber revisitado el debate entre Solbes y Pizarro (por recomendación de un amigo de ideas muy conservadoras que me aseguraba que ahí estaba la solución de todo), además de escuchar todas las mañanas a Francino con sus tertulianos comentando la noticia económica apocalíptica del día.
Lo que quiero decir es que me gusta, me gusta mucho saber de economía, y quizá por eso leo todo lo que puedo porque, a pesar de que me considero una persona con buenas entendederas, hay veces que termino igual que empecé y siempre he creído que era problema de falta de conocimiento en los conceptos básicos. Pero no, ahora me doy cuenta de que lo que pasa es que no se aclaran de qué están haciendo, pero ninguno de ellos. Conclusión, cada vez sé menos.
Es curioso como todos los medios que leo/escucho coinciden en que si algo ha caracterizado al Ex-presidente del Banco Central Europeo es que ha utilizado un lenguaje enrevesado para exponer sus recomendaciones en la gobernanza económica continental, pero eso no ha impedido que durante los años que ha estado al frente Trichet todos los medios y presidentes de bancos centrales nacionales hicieran como si entendieran perfectamente todo el lenguaje jeroglífico que este señor utiliza por miedo a quedar en ridículo. Es ahora, cuando se va, cuando todos dicen que no se entendía lo que quería decir y sin embargo se han adoptado medidas duras con la sociedad como consecuencia de las recomendaciones codificadas del fulano. Esto, aunque no aporte mucho, tiene que ver con un libro que me ha regalado la Jefa y que me estoy leyendo poco a poco con la ayuda de la almohada que cuestiona con gracia a los economistas y la economía en sí, más parecida a un dogma de fé o credo de secta que a una ciencia como quieren hacernos creer. En resumen, que ya estoy buscando información sobre Waco para saber cómo puede acabar todo esto. Si tenemos que dejarnos gobernar por los que hacen creer que se enteran "estamos apañaos".
Como primera página del libro se cita la conversación entre Zapatero y algún ministro, creo recordar que Jordi Sevilla, en la que el ministro le dice a Zapatero por lo bajini que ha cometido un error técnico al dar algún dato económico en una visita a una empresa y presentar sus ideas para su política económica. El comentario final es que no se preocupe que eso en dos tardes lo tiene pillado, que está chupado. Me da que no se sentaron ni dos tardes...
saludos